(Piura).- Priscila Guerra Lamadrid, Silvana del Carmen Torres Peña y Alfonso Rodimiro Calle Castillo son los primeros becados del Gobierno Regional en culminar su carrera en la Universidad de Piura.
Por Julio Talledo. 14 febrero, 2012.
(Piura).- Priscila Guerra Lamadrid, Silvana del Carmen Torres Peña, ambas de Huancabamba, y Alfonso Rodimiro Calle Castillo, de Chalaco-Morropón, son los primeros becados del Gobierno Regional en culminar su carrera en la Universidad de Piura. Ahora, Priscila y Alfonso, cubren su primer verano como profesionales (becarios del diario El Comercio y el Banco Central de Reserva, respectivamente).
Así comienza la historia…
A finales del 2005, la Universidad de Piura firmó un convenio con el Gobierno Regional de Piura para seleccionar y becar a jóvenes de zonas rurales de la sierra piurana. Los ganadores recibirían becas integrales que cubrirían: pensión académica, gastos de alojamiento, movilidad y alimentación, que no pudieran solventar con sus ingresos familiares. “Seleccionaron a doce; luego hubo una entrevista personal en la UDEP y quedamos seis: dos de Ayabaca, dos de Huancabamba y dos de Morropón”, recuerda Priscila (egresada de Comunicación y Filosofía). Por diversos motivos, 3 de ellos no continuaron estudios en esta Universidad; luego, 3 nuevos estudiantes tomarían su lugar.
Silvana, por su parte, no pensaba estudiar en la Universidad de Piura: “No contaba con los recursos económicos suficientes como para estudiar en ella… Sin embargo, al presentarse esta gran oportunidad de estar en una de las mejores universidades del país, no podía dejarla escapar”. Mientras, en otra provincia, Alfonso se enteraba del Concurso: “Soy de Chalaco, un lugar con preciosos paisajes de la cordillera. No había escuchado mucho sobre esta Universidad. Al enterarme del concurso me informé: leí sobre la exigencia que ponía para formar personas de un muy buen nivel profesional, del asesoramiento de los profesores…”. Fue uno de los seleccionados de Morropón.
Entre batallas y guerras
Una vez elegidos los beneficiarios, la UDEP diseñó un programa Propedéutico para ellos, que les permitiera cubrir la brecha que hubiera entre lo que habían recibido en Secundaria y lo que les esperaba como universitarios.
“A casi todos nos cuesta adaptarnos a la Universidad. El ritmo es distinto, más difícil, sobre todo para quienes hemos estudiados en colegios apartados de la costa;… hasta que te das cuenta de que todo es cuestión de acostumbrarse”, nos dice el ahora economista, Alfonso.
“Experimenté el valor del sacrificio, del trabajo constante, la presión de dar tres exámenes en un día, de tener prácticas durante una semana entera, de hacer trabajos grupales de corrido, toda la noche, hasta las 7, 8 o 9 de la mañana. Ahora sé lo que cuesta estudiar en la Universidad de Piura y mejor aún, lo gratificante que es terminar una carrera en ella”, expresó Priscila.
Los sacrificios no han sido vanos, aunque hayan sido muy duros, como “las amanecidas de estudios para aprobar las prácticas y exámenes o el no estar con mi familia en fechas importantes como el Día de la Madre, en el cumpleaños de mis padres; incluso durante todos estos años en la universidad, nunca festejé mi cumpleaños porque siempre tenía prácticas, controles, trabajos; que no podían postergarse”, recuerda Silvana.
¿Y ahora qué?
Según el convenio, los becarios deberán realizar un periodo de trabajo en la Región, principalmente en la zona de procedencia, donde los asigne el GR. Antes de ello, los jóvenes profesionales piensan elaborar sus tesis respectivas para titularse. Por lo demás, comentan, sus planes generales son “trabajar mucho, ayudar y servir”.
Otros 3 becarios, que ingresaron en el 2008 y 2009, se encuentran cursando sus estudios en las facultades de Ingeniería y Derecho de la UDEP. Ellos son: Evelyn Isabel Flores Calle (Derecho), Helar Sarif Niño Córdova (Derecho) y Flor Elena Guerrero Velasco (Ingeniería civil).
